
El panorama de la innovación en 2025 no es el mismo que conocíamos hace apenas un par de años. En un contexto marcado por la ralentización de las inversiones globales y la fragmentación de las cadenas de suministro debido a tensiones geopolíticas, ha surgido un motor que lo está acelerando todo: la Inteligencia Artificial (IA). El Global Innovation Hubs Index (GIHI) 2025, desarrollado por la Universidad de Tsinghua en colaboración con Nature Research Intelligence, nos ofrece una radiografía precisa de este cambio.
Para quienes lideran proyectos de innovación o emprenden en sectores tecnológicos, entender dónde se está concentrando el talento y el capital no es solo una curiosidad estadística; es una ventaja competitiva. Este año, el índice no solo clasifica ciudades, sino que revela una transformación profunda en la forma en que el conocimiento científico se traduce en impacto económico.
Conclusiones clave
- La hegemonía de la IA: La inteligencia artificial se ha convertido en el motor central de la economía de la innovación, atrayendo el 33% de toda la inversión de capital de riesgo global.
- Un mundo multipolar: Aunque San Francisco-San José mantiene el primer puesto, ciudades asiáticas como Pekín y la Gran Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao están acortando distancias rápidamente.
- Pekín lidera la ciencia: Por primera vez, Pekín ha superado a Nueva York como el hub número uno en innovación de investigación a nivel mundial.
- Tecnologías frontera: La carrera en computación cuántica y fusión nuclear controlada está creando nuevos polos de poder, con China liderando en patentes y EE.UU. en comercialización.
- El auge de los mini-hubs: Ciudades pequeñas como Cambridge, Basilea y Ginebra demuestran que la escala no es una barrera para la excelencia en sectores hiperespecializados.
El podio de la innovación mundial en 2025
Por sexto año consecutivo, la región de San Francisco-San José se mantiene como el líder indiscutible del ranking global. Sin embargo, la brecha se está cerrando. Nueva York mantiene el segundo puesto, mientras que Pekín consolida su tercera posición, acercándose peligrosamente a los líderes occidentales.
Un ascenso notable es el de la Gran Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao, que ha escalado al cuarto lugar, desplazando a Londres al quinto. Este movimiento refleja una tendencia clara: mientras que los hubs norteamericanos dominan el ecosistema de startups, los hubs asiáticos están tomando la delantera en la producción de patentes y la infraestructura de investigación.
Los tres pilares del éxito: Metodología GIHI
Para determinar qué hace que una ciudad sea un «hub de innovación«, el GIHI evalúa tres indicadores fundamentales:
- Innovación en investigación: Mide los recursos humanos (investigadores activos), las instituciones (universidades de clase mundial) y la creación de conocimiento original.
- Economía de la innovación: Analiza la capacidad de producir patentes, la presencia de empresas unicornio y el valor de mercado de las compañías de alta tecnología.
- Ecosistema de innovación: Evalúa la apertura internacional, la disponibilidad de capital de riesgo, los servicios públicos digitales y la cultura de innovación de la sociedad.
El factor IA: El combustible del crecimiento
Si algo define al GIHI 2025 es la omnipresencia de la Inteligencia Artificial. La IA ya no es solo una tecnología; es la infraestructura sobre la que se construye el futuro. En San Francisco-San José, el capital de riesgo destinado a la IA creció un impresionante 111% en el último periodo.
Pero EE.UU. no está solo. Pekín lidera el mundo en el número total de patentes de IA con más de 53,000 registros, mientras que la región de Guangdong-Hong Kong-Macao encabeza las solicitudes internacionales de patentes PCT en este campo. Este «enfrentamiento» tecnológico ha provocado una regionalización de las cadenas de suministro, donde cada hub busca su propia soberanía tecnológica.
Análisis regional: Un mapa de contrastes
El informe destaca modelos de desarrollo muy diferenciados según la geografía:
- Norteamérica lidera en talento y capital: con 12 ciudades en el top 25, Estados Unidos mantiene su ventaja sistemática, especialmente en la retención de ganadores de premios científicos y el poder de cómputo de alto rendimiento.
- Asia y el ímpetu de crecimiento: Es la región más vibrante. China está pasando de una fase de «expansión de escala» a una de «mejora de calidad». Ciudades como Nanjing, Hangzhou y Wuhan están escalando posiciones rápidamente en la «clase media» de los hubs globales.
- Europa y la fuerza del ecosistema: Aunque tiene menos ciudades en el top absoluto, Europa destaca por la madurez de su ecosistema. Ciudades como Londres, París, Múnich y Ámsterdam sobresalen en gobernanza digital, servicios públicos y una cultura de innovación profundamente arraigada.
Tecnologías frontera: Cuántica y fusión nuclear
El informe de este año pone especial énfasis en dos campos estratégicos que prometen disrupciones masivas:
- Ciencia y tecnología cuántica: El mercado está explotando. China lidera en publicaciones de investigación y talento, con Pekín y Hefei como centros clave. Sin embargo, EE.UU. (con Boston y Nueva York) mantiene la ventaja en innovaciones teóricas y descubrimientos originales de alto impacto.
- Fusión nuclear controlada: La «solución definitiva» energética ha entrado en una fase de comercialización acelerada. El número de patentes nuevas entre 2020 y 2024 superó la suma de todos los años anteriores combinados. Mientras China utiliza un enfoque de recursos estatales estratégicos, EE.UU. lidera el camino a través del capital privado y empresas comerciales.
El éxito de lo pequeño: Los mini-hubs
No todo es cuestión de tamaño. El GIHI 2025 dedica un apartado especial a los «mini-hubs», ciudades de menos de un millón de habitantes que compiten al más alto nivel. Cambridge (Reino Unido) se mantiene como el líder de esta categoría gracias a su extraordinaria capacidad de investigación universitaria y su ecosistema de startups. Basilea, por su parte, domina la economía de la innovación gracias a su clúster biotecnológico y farmacéutico de clase mundial.
Implicaciones para innovadores y emprendedores
¿Qué significa todo esto para el lector de Innovar o Morir?
- La IA es el nuevo estándar: Cualquier proyecto que no integre capacidades de IA tendrá más dificultades para atraer capital, ya que los inversores están priorizando proyectos maduros y tecnológicamente avanzados en este sector.
- Colaboración transfronteriza: A pesar de las tensiones políticas, la colaboración científica sigue siendo vital. Las ciudades que mejor conectan sus redes de coautoría y patentes (como Singapur y Tokio) son las que muestran mayor resiliencia.
- Oportunidades en tecnologías profundas: La computación cuántica y la fusión nuclear están saliendo de los laboratorios para entrar en el radar de los negocios.
Conclusión
El Global Innovation Hubs Index 2025 nos confirma que estamos en una era de transición. La innovación ya no se concentra en un solo punto geográfico, sino que se distribuye en una red multipolar donde la velocidad para aplicar la Inteligencia Artificial determina el liderazgo.
Ya sea desde un mega-hub como San Francisco o un centro especializado como Basilea, el mensaje es claro: la capacidad de unir la investigación científica con una economía dinámica y un ecosistema abierto es la fórmula para no morir en el intento de innovar.
Referencia (acceso abierto)
Center for Industrial Development and Environmental Governance (CIDEG) & Nature Research Intelligence. (2025). Global Innovation Hubs Index 2025. Tsinghua University.
Editor y fundador de «Innovar o Morir». Milthon es Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomas de especialización en Innovación Empresarial (UPV) y Gestión de la Innovación Orientada al Mercado (UPCH-Universitat Leipzig). Cuenta con experiencia práctica en la gestión de la innovación, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA) y trabajado como consultor en diagnóstico para innovación abierta y vigilancia tecnológica. Cree firmemente en el poder de la innovación y la creatividad como motores de cambio y desarrollo.





