Desde el brote de la pandemia del COVID-19, la frecuencia en el uso de los smartphones se ha incrementado, lo que ha generado un aumento en la adicción entre las personas.
La adicción a los teléfonos inteligentes puede afectar varias habilidades cognitivas, como la atención, la percepción y la memoria.
Investigadores de la Shaanxi Normal University y de la Xidian University estudiaron las consecuencias de la adición a los smartphones sobre la creatividad. Usando la tecnología de imágenes cerebrales, midieron las respuestas corticales a tareas creativas.
Efecto negativo en la creatividad
Los resultados del estudio indican que la adicción a los teléfonos inteligentes influye negativamente en la capacidad creativa del cerebro. Específicamente, la corteza prefrontal del cerebro y las áreas temporales no estaban tan activas cuando se les pedía que pensaran creativamente.
Estos resultados contrastan con los participantes que no tenían adicción a los teléfonos inteligentes.
La pandemia mundial y el aislamiento resultante aumentaron el número de personas adictas a los smartphones.
Estudios anteriores encontraron que aquellos con adicciones a los teléfonos inteligentes eran menos creativos que aquellos que no los tenían.
Xinyi Li y sus colegas esperaban descubrir qué áreas del cerebro eran responsables de esta disminución de la capacidad creativa.
Los participantes del estudio eran estudiantes de la Shaanxi Normal University y tenían entre 18 y 25 años.
Los 48 participantes fueron identificados mediante la Escala de Adicción a los Smartphone (SAS). Veinticuatro de los participantes obtuvieron puntajes altos en el SAS y se convirtieron en el grupo experimental.
Los 24 participantes restantes obtuvieron puntajes bajos en el SAS y formaron el grupo de control.
Los participantes del estudio estaban libres de medicamentos que pudieran afectar el sistema nervioso y no tenían otras adicciones conductuales.
Tarea de Usos Alternativos
El equipo de investigación pretendía medir la creatividad utilizando la Tarea de Usos Alternativos. Esta prueba les da a los individuos un objeto cotidiano y 30 segundos para nombrar tantos usos alternativos del objeto como sea posible.
La primera fase de la prueba presentó una serie de objetos y sus dos usos principales. Los participantes debían memorizar estas listas y poder repetirlas.
En la segunda fase los investigadores emplearon neuroimágenes para revelar lo que estaba haciendo el cerebro mientras los participantes respondían a la tarea de usos alternativos.
Para la mitad de todos los participantes, algunos de los objetos que formaban parte de la Tarea de Usos Alternativos también formaban parte de la fase uno. Por lo tanto, ya se les había dicho y pedido que recordaran los usos más comunes del objeto.
Aquellos participantes que habían pensado creativamente sobre objetos que habían visto previamente en el experimento estaban en lo que el equipo de investigación llamó la “condición restringida”. Por su parte, a aquellos participantes a quienes se les pidió que pensaran en todos los objetos nuevos estaban en la “condición sin restricciones”.
Tanto el grupo experimental como el de control tenían participantes con restricciones y sin restricciones.
El propósito de las dos condiciones descritas era aumentar la dificultad de la Tarea de Usos Alternativos; a los participantes que habían estado expuestos previamente al propósito del artículo les resultaría más difícil determinar usos alternativos.
Al analizar los datos recopilados de la Tarea de Usos Alternativos, los investigadores encontraron que aquellos con adicción a los teléfonos inteligentes obtuvieron puntajes más bajos en fluidez, flexibilidad y originalidad. Esto fue cierto para las condiciones restringidas y no restringidas.
Las imágenes revelaron que la corteza prefrontal del cerebro y las áreas temporales no estaban tan activas en las personas con adicción a los smartphones.
Conclusión
Los investigadores concluyeron: “al manipular las restricciones semánticas, descubrimos que las personas adictas a los teléfonos inteligentes exhibieron activaciones corticales y conectividades funcionales reducidas en la corteza prefrontal y la corteza temporal, lo que dificulta superar las restricciones semánticas y establecer asociaciones originales durante la generación de ideas creativas”.
El equipo de investigación admitió que había algunas limitaciones en su estudio. No diferenciaron entre los diferentes tipos de adicción a los teléfonos inteligentes. Las personas pueden volverse adictas a los juegos, por ejemplo, en sus teléfonos o en las redes sociales. Estas diferencias podrían tener consecuencias para la creatividad y la función cerebral. Además, el estudio solo exploró un componente de la creatividad.
A pesar de estas limitaciones, los investigadores sienten que su estudio es una adición importante a nuestro conocimiento de cómo la adición a los teléfonos inteligentes puede afectar la cognición.
El estudio fue financiado por National Natural Science Foundation of China, el Fundamental Research Funds for the Central Universities, el Natural Science Basic Research Program of Shaanxi (2022JQ-156), el Research Program Fund of the Collaborative Innovation Center of Assessment toward Basic Education Quality en la Beijing Normal University, entre otras organizaciones.
Finalmente, si deseas mantenerte creativo puedes revisar este artículo para conocer algunas estrategias creativas o si quieres promover la creatividad grupal te puede servir esta información.
Referencia (acceso libre)
Xinyi Li, Yadan Li, Xuewei Wang, Weiping Hu, Reduced brain activity and functional connectivity during creative idea generation in individuals with smartphone addiction, Social Cognitive and Affective Neuroscience, 2022;, nsac052, https://doi.org/10.1093/scan/nsac052