La “máquina de innovación” de China: ¿Cómo funciona?, ¿Cómo está cambiando? y Porqué es importante

Milthon Lujan Monja

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Por: Marina Yue Zhang, David Gann* y Mark Dodgson***
China ha tenido la economía de más rápido crecimiento del mundo desde la década de 1980. Un impulsor clave de este crecimiento extraordinario ha sido el sistema pragmático de innovación del país, que equilibra la dirección del gobierno y los empresarios orientados al mercado.

Paisaje urbano de Beijing, innovación en la arquitectura.
Paisaje urbano de Beijing, innovación en la arquitectura. Foto de Road Trip with Raj en Unsplash

En este momento, este sistema está experimentando cambios que podrían tener profundas implicaciones para el orden económico y político mundial.

El gobierno chino está impulsando una mejor investigación y desarrollo, las instalaciones de “fabricación inteligente”, y una economía digital más sofisticada. Al mismo tiempo, las tensiones entre China y Occidente están poniendo a prueba la cooperación internacional en industrias como la fabricación de semiconductores y biofarmacéutica.

Junto con los impactos de la pandemia de Covid, y en particular los cierres rápidos y a gran escala de Chino, estos desarrollos podrían conducir a una desvinculación del sistema de innovación de China y del resto del mundo.

Equilibrio entre gobierno y mercado

La actual “máquina de innovación” de China comenzó a desarrollarse durante las reformas económicas de finales de la década de 1970, que redujeron el papel de la propiedad estatal y la planificación central. En cambio, se abrió espacio para que el mercado probara nuevas ideas a través de prueba y error.

El gobierno establece regulaciones alineadas con los objetivos del estado y puede enviar señales a inversionistas y empresarios a través de sus propias inversiones o configuraciones de políticas. Pero dentro de este entorno, las empresas privadas buscan oportunidades en su propio interés.

No obstante, la libertad para las empresas puede estar disminuyendo. El año pasado, el gobierno tomó medidas enérgicas contra los sectores de fintech y tutoría privada, que se consideraban desalineados con los objetivos del gobierno.

Construyendo calidad junto con cantidad

China tiene un buen desempeño en muchas medidas de rendimiento de la innovación, como el gasto en I+D, la cantidad de publicaciones científicas y tecnológicas, la cantidad de graduados y patentes en STEM (carreras profesionales vinculadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas) y los mejores rankings universitarios.

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Sin embargo, la mayoría de estos índices miden la cantidad en lugar de la calidad. Por ejemplo, China:

  • Produjo una gran cantidad de publicaciones científicas y tecnológicas, pero está muy por detrás de los EE.UU. en publicaciones muy citadas, lo que indica la influencia y la originalidad de la investigación.
  • Aumentó sustancialmente en el gasto de I+D. No obstante, la proporción de su gasto en I+D en investigación básica, especialmente por parte de las empresas, sigue siendo mucho menor que en muchos países industrializados.
  • Educó a mucho más graduados de STEM que cualquier otro país en las últimas décadas, pero aún carece de talento de primer nivel en muchas áreas, como inteligencia artificial y semiconductores.
  • Ha solicitado la mayor cantidad de patentes internacionales de cualquier país, pero la calidad de estas patentes, medida por la influencia científica y el valor comercial potencial, aún está por detrás de los competidores internacionales.

Agregar “calidad” junto con “cantidad” será crucial para las ambiciones de innovación de China.

En el pasado, las políticas tenían como objetivo “ponerse al día” con las tecnologías conocidas utilizadas en otros lugares, pero China deberá cambiar el enfoque para desarrollar tecnologías desconocidas y emergentes. Esto requerirá una mayor inversión en investigación básica a más largo plazo y una reforma de la cultura de investigación para tolerar el fracaso.

Desarrollo de la fabricación inteligente

Las empresas chinas ya pueden convertir diseños complejos en producción en masa con alta precisión y velocidad y costos inigualables. Como resultado, la fabricación china atrae a empresas de alta tecnología como Apple y Tesla.

El siguiente paso es actualizarse hacia la fabricación inteligente de la “industria 4.0”, alineada con las principales industrias listadas en el plan del gobierno “Made in China 2025”.

Para 2020, China había construido once “Fábricas de orientación” (fabricantes inteligentes de referencia), la mayor cantidad de cualquier país en la “global lighthouse network” del World Economic Forum.

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Construyendo una economía digital avanzada

Las empresas tecnológicas gigantes de China, como Alibaba, Tencent y Huawei, también están utilizando el aprendizaje automático y el análisis de big data para innovar en otros campos, incluida la investigación farmacéutica y la conducción autónoma.

En China, las regulaciones para biotecnología, bioingeniería y productos biofarmacéuticos son relativamente bajos. Esto ha atraído a investigadores e inversores a varios “clusters” líderes en biotecnología.

La población de China de más de 1.4 mil millones de personas también significa que, incluso para enfermedades raras, tiene una gran cantidad de pacientes. Mediante el uso de grandes bases de datos de pacientes, las empresas están logrando avances en la medicina de precisión (tratamientos adaptados a los genes, el entorno y el estilo de vida de un individuo).

El poder creciente de las grandes empresas tecnológicas de China ha hecho que el gobierno intervenga para mantener una competencia justa en el mercado. Las regulaciones obligan a las empresas digitales a compartir datos de usuarios y consolidar “plataformas de bienes” críticos, como pagos móviles, en todos sus ecosistemas.

La colaboración internacional es clave

Como hemos visto en el reciente triunfo de las vacunas contra la COVID-19, la colaboración global en I+D es enormemente valiosa.

Sin embargo, hay señales de que tal colaboración entre China y Occidente puede estar amenazada.

La industria de fabricación de semiconductores (fabrica chips y circuitos que impulsan la electrónica moderna) es actualmente global, pero corre el riesgo de fragmentarse.

Fabricar chips requiere grandes cantidades de conocimiento e inversión de capital, y si bien China es el mayor consumidor de semiconductores del mundo, depende en gran medida de las importaciones. No obstante, las sanciones estadounidenses significan que muchas empresas globales de semiconductores no pueden vender en China.

China ahora está invirtiendo grandes sumas en un intento de poder fabricar todos los semiconductores que necesita.

Si China tiene éxito en esto, una consecuencia es que los semiconductores fabricados en China probablemente utilizarán estándares técnicos diferentes a los actuales.

Diferentes estándares

Los estándares técnicos divergentes pueden parecer un problema menor, pero será una dificultad para que las tecnologías y los productos chinos y occidentales funcionen juntos. Esto, a su vez, puede reducir el comercio y la inversión mundial, con malos resultados para los consumidores.

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El desacoplamiento de los estándares aumentará la fractura entre la innovación digital china y occidental. Esto, a su vez, probablemente conducirá a un mayor desacoplamiento de las finanzas, el comercio y los datos.

En un momento de tensiones internacionales intensificadas, tanto China como Occidente deben tener claro el valor de la colaboración internacional en innovación.

Contactos:

* Marina Yue Zhang
Associate Professor of Innovation and Entrepreneurship, Swinburne University of Technology

** David Gann
Pro-Vice-Chancellor, Development and External Affairs, and Professor of Innovation and Entrepreneurship, Saïd Business School, University of Oxford

*** Mark Dodgson
Visiting Professor, Imperial College Business School, and Emeritus Professor, School of Business, The University of Queensland

El artículo ha sido traducido y republicado de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Puedes revisar el artículo original “China’s ‘innovation machine’: how it works, how it’s changing and why it matters”.

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