Según una investigación liderada por investigadores de la Bryant University, la capacitación en Design thinking aumenta drásticamente la autoeficacia creativa y de resolución de problemas de las estudiantes de secundaria, las actitudes sobre el trabajo en grupo y la tendencia a buscar retroalimentación, ayudándolas a crecer como líderes y abordar los retos en el mundo real.
Liderados por Allison G. Butler, profesora de Psicología y directora de Innovation and Design Experience for All (IDEA) Program en la Bryant University, crearon un modelo para enseñar a las estudiantes de secundaria el Design thinking (pensamiento de diseño), un proceso para la resolución creativa de problemas usado por muchas de las empresas más exitosas en el mundo, que incluyen a Amazon, Google y Apple.
Ellos también estudiaron las virtudes de las asociaciones universidad-escuela y evaluaron cuantitativamente los beneficios de enseñar a las estudiantes de secundaria a ser pensadoras de diseño (design thinkers).
Escuela es ideal para desarrollar habilidades de design thinking
La escuela secundaria, señala el estudio, es un momento ideal para comenzar a inculcar habilidades de pensamiento de diseño, debido a que coincide con el período en el que los adolescentes comienzan a desarrollar la capacidad de razonamiento abstracto, hipotético y científico.
“El Design thinking es un conjunto de habilidades de empoderamiento para líderes y emprendedores, debido a que promueve fortalezas en la empatía, la comunicación, la resolución de problemas y la toma de decisiones en función de la retroalimentación”, dijo Butler.
“Esperamos alentar a los educadores de la escuela secundaria a incorporar el pensamiento de diseño en el plan de estudios, ya que los estudiantes que aprenden el Design thinking también desarrollan importantes hábitos mentales y habilidades del siglo 21”.
Mujeres y pensamiento de diseño
Introducir a las mujeres jóvenes al pensamiento de diseño tiene un valor aún mayor, afirma Butler.
“Si bien las habilidades de design thinking pueden beneficiar a todos los estudiantes, es especialmente importante capacitar a las jóvenes aprendices para que sean pensadoras innovadoras y solucionadoras de problemas”, destacó.
“Históricamente, las mujeres han sido proporcionalmente superadas en número por los hombres en los campos STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas) debido a los estereotipos y prejuicios de género de larga data, lo que conduce a una peligrosa falta de confianza en la capacidad de las mujeres. El pensamiento de diseño proporciona un punto de entrada para que las mujeres jóvenes tengan éxito en los campos basados en la ingeniería, la ciencia y las matemáticas”.
La investigación se basó en una colaboración de larga duración entre Bryant University y Lincoln School, una escuela exclusiva para mujeres.
Programa Innovation Nation
Cada año, Butler y su equipo llevan a cabo un programa de design thinking de tres días, denominado “Innovation Nation”, en Lincoln School siguiendo el programa IDEA, que enseña a los estudiantes universitarios de primer año las habilidades comprobadas de innovadores.
Ambas instituciones adoptan un modelo de asociación en el que profesores universitarios y mentores de estudiantes de IDEA asumen el papel de diseñar y entregar el plan de estudios.
Si bien el cuerpo docente de la Escuela Secundaria no tiene la función docente principal, colabora con el equipo de la universidad y actúa como mentor de las estudiantes, lo que le permite exponerse al pensamiento de diseño durante todo el proceso.
“La asociación de larga data con Lincoln School en el Design Thinking beneficia tanto a las instituciones como a los grupos de estudiantes. Es una verdadera asociación. Los mentores de IDEA profundizan sus habilidades de pensamiento de diseño y liderazgo, y crecen a través de la experiencia de enseñar a una clase de estudiantes de secundaria”, destaca Butler.
Las adolescentes de sexto, séptimo y octavo grado de más de 50 ciudades y pueblos de Rhode Island y Massachusetts participan anualmente en Innovation Nation, donde participan en talleres y colaboran en equipos para aprender las cinco fase del pensamiento de diseño (empatizar, definir, idear, prototipo y prueba) y luego aplicar esa metodología a los desafíos de innovación centrados en el ser humano.
Los desafíos son únicos cada año, pero van desde abordar el problema de los estereotipos de género en la industria del juguete hasta el rediseño de la biblioteca escolar y el aumento de las adopciones en la liga local de rescate de animales, lo que brinda indicaciones atractivas para una lluvia de ideas enfocada.
Al final del programa, las participantes presentan prototipos de sus soluciones en una exposición final a la que asisten los padres y la comunidad escolar.
Desarrollo de habilidades
Butler y sus colegas investigadores descubrieron que los participantes de Innovation Nation aumentaron drásticamente su comprensión del Design Thinking a través de su experiencia con el programa y lograron avances importantes en creatividad, habilidades de diseño y aptitud para resolver problemas.
También hubo evidencia de que su tiempo en Innovation Nation afectó otras mentalidades y comportamientos, debido a que mostraron una mayor tendencia a buscar comentarios críticos y revisar el trabajo en función de los comentarios y desarrollaron mejores actitudes con respecto al trabajo en grupo.
“Estas son habilidades que los estudiantes pueden aprovechar en experiencias académicas y extracurriculares para tener éxito”, señaló Butler.
Al proporcionar un marco para la educación en design thinking, los investigadores esperan que sea más accesible para un público más amplio, señalando que el modelo Innovation Nation se puede adaptar fácilmente a diferentes períodos de tiempo, niveles de grado y áreas de contenido académico. Lo más importante, señalan, es impartir las habilidades para pensar de manera diferente.
“Espero que los educadores de la escuela secundaria se sientan inspirados para incorporar el pensamiento de diseño en su plan de estudios y que nuestras publicaciones los ayuden a aprender cómo se puede hacer eso”, indicó Butler.
Referencia:
Allison G. Butler, Heather P. Lacey, Michael A. Roberto, Deborah Hanney & Nina Luiggi (2023) Innovation Nation: Teaching middle school students to be design thinkers, Middle School Journal, 54:3, 17-28, DOI: 10.1080/00940771.2023.2185436